La OMM ha ampliado la versión digital del Atlas Internacional de las Nubes. Esta es la forma en que se designa a un documento que hace referencia a la identificación y observación de las nubes, desactualizado desde el año 1987.
“El nuevo Atlas combina la tradición del siglo XIX con la tecnología del siglo XXI”, ha apuntado la organización en un comunicado.
El nuevo atlas no ha añadido ningún género nuevo, pero sí ha agregado una nueva especie volutus y cinco nuevos rasgos complementarios: asperitas, cavum, cauda, fluctus y murus.
Los diez géneros de nubes que hay se subdividen en especies que describen la forma y la estructura interna de la nube y en variedades que describen la transparencia y la distribución de las nubes.
Contrails: de la especie ‘homogenitus’: quizá sea el tipo de nube al que más acostumbrados estamos, pues son las que se crean a partir de la condensación que dejan los aviones a su paso.
Homomutatus: son las nubes alteradas por el ser humano como, por ejemplo, las que ven modificado su aspecto cuando un avión las atraviesa o pasa junto a ellas.
Volutus: mención para las nubes enrolladas de baja altura. Su forma tubular parece girar sobre sí misma en un eje horizontal.
Flumen: también conocidas como ‘cola de castor’. Su aparición está vinculada a las supercélulas, las tormentas convectivas de fuerte intensidad provocadas por la ascendencia del aire caliente motivada por un calentamiento local.
Asperitas: basta con imaginar las olas del mar para saber cómo son estas nubes.
Su silueta dibuja una especie de superficie marina en pleno cielo.
Silvagenitus: las localizadas sobre los bosques y selvas húmedas.
Cavum: parecen ser un agujero en mitad de otras nubes.
Cauda: también conocida como ‘nube de cola’.
Fluctus: estas bellísimas nubes también son conocidas como ‘onda de Kelvin-Helmholz’.
Su contorno es muy parecido a las nubes que Van Gogh inomortalizó con su pincel, similar al de las olas del mar.
Solo se crean en días con viento, pues su formación aparece en momentos de inestabilidad atmosférica. Murus: con forma de muro.
Cataractagenitus: son las que se crean en las zonas donde hay cataratas. Flammagenitus: el nombre de estas nubes no deja lugar a duda de dónde se forman.
Es posible verlas sobre fuentes de intenso calor como, por ejemplo, los incendios.