La pandemia del Coronavirus generó una llamativa iniciativa en las élites de Silicon Valley: la idea es trasladarse a ciudades flotantes , comunidades independientes de los gobiernos , construidas en aguas internacionales, con su propia legislación.
“Las personas en centros tecnológicos como Silicon Valley están buscando otros lugares para vivir que sean más baratos, más seguros y se manejen mejor “, contó Patri Friedman, un exempleado de Google y fundador del Instituto Seasteading, según consignó el sitio Businessinsider.
Para Friedman, con la pandemia hay “mucho” interés en las casas flotantes unifamiliares , así como en “trasladarse a uno de los países libres de impuestos y trabajar en la construcción de ciudades ‘chárter’ en todo el mundo”.
A su vez, Friedman dijo que está en contacto con desarrolladores de ciudades flotantes para construir potencialmente una ciudad autónoma en un lugar que aún no fue revelado.
Pero el coronavirus no es el único motivo por el que las empresas buscan mudarse a ciudades flotantes. En abril del año pasado, Elwartowski y su compañera tailandesa Supranee Thepdet, se vieron obligados a huir de su primera casa flotante frente a las costas de Tailandia, momentos antes de que la Armada tailandesa la atacara.
La idea no es nueva. En enero de 2017, después de años de estudios de viabilidad técnica y negociaciones políticas, el Instituto Seasteading firmó un memorando de entendimiento con el gobierno de la Polinesia Francesa para construir las primeras islas en sus aguas territoriales.
Los diseños, desarrollados por los arquitectos holandeses Blue21, estaban planificados como un complejo de viviendas unidas por un paisaje ondulado.