El asteroide 2018VP1, del tamaño refrigerador, podría impactar contra la atmósfera terrestre el 2 de noviembre. Ahora bien, si esto ocurriese lo más probable es que se desintegre sin llegar a causar daños, según el divulgador científico Neil deGrasse Tyson.
La NASA estima, con un 0,41% de probabilidades, que este asteroide de la clase Apolo aterrice en nuestro planeta.
Y si esto en verdad ocurriera, el cuerpo sería visible cerca del punto de entrada de la atmósfera, incluso durante el día, pero no “interrumpiría nuestra civilización”, añadió el astrofísico, pues “el asteroide no es tan grande como para impactar con éxito en la superficie de la Tierra. A la velocidad que va, a más de 40.555 kilómetros por hora es como impactar de frente contra un muro”.
Existe una gran incertidumbre sobre la trayectoria del mismo, puesto que la última vez que se observó fue en noviembre de 2018.
Es por esto por lo que se calcula que lo más probable es que pase a medio millón de kilómetros de distancia de la Tierra. Eso sí, la NASA reiteró en agosto que no hay peligro con la llegada de este asteroide el día antes de que se celebre el plebiscito en EE.UU.