El plástico como residuo es uno de los grandes problemas medioambientales actualmente, un factor que afecta a la salud y al hábitat de miles de especies, sobre todo, en el fondo del mar. Es el caso de las tortugas marinas, que son las que ingieren mayor cantidad de plásticos.
Así lo demuestra un nuevo estudio de la Universidad de Exeter, en Reino Unido, publicado en la revista Frontiers in Marine Science, que ha indicado que las pequeñas tortugas marinas juveniles del Océano Pacífico y el Océano Índico tienen una incidencia muy alta de plástico ingerido.
De las especies estudiadas en esta investigación, las tortugas verdes tuvieron la mayor incidencia de ingestión de plásticos, mientras que las tortugas carey no mostraron ingestión.
El ciclo de vida de las tortugas marinas podría haberse convertido en una trampa ecológica novedosa, donde las tortugas jóvenes quedan “atrapadas” en hábitats con grandes cantidades de desechos plásticos.
Se calcula que más de 700 especies marinas, desde ballenas azules hasta pequeños percebes, han tenido interacciones con plásticos en los océanos.
Los plásticos constituyen ahora el 80% de todos los desechos marinos y pueden encontrarse en todas partes, desde las aguas superficiales hasta los sedimentos de las profundidades.
Los plásticos en los océanos se presentan en forma de macroplásticos (>1mm) y microplásticos (<1mm).