LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- James Spears, padre de
Britney Spears, accedió a renunciar a la tutela de su hija tras
13 años de haber estado a cargo, de acuerdo con Variety,
aunque su salida no será inminente.
James presentó este jueves al Tribunal Superior de Los
Ángeles su respuesta a la petición de su descendiente sobre
su dimisión, a la que él accedió a pesar de que su abogado
aseguró que no tenía motivos reales para ello más allá de la
batalla pública por el tutelaje, que se agudizó en los últimos
meses; no brindó un plazo para su renuncia en el texto.
“No obstante, incluso cuando el señor Spears es el objetivo
incesante de ataques injustificados, no cree que una batalla
pública contra su hija por su servicio continuo como tutor
sería lo mejor para ella”, se lee en el documento legal.
“Entonces, aunque debe impugnar esta petición injustificada
para su remoción, el señor Spears tiene la intención de
trabajar con el Tribunal y el nuevo abogado de su hija para
prepararse para una transición ordenada a un nuevo tutor”.
Se añadió que de hecho, antes de que Britney contratara a su
actual defensor legal, el abogado Matthew Rosengart, James
presuntamente ya había estado trabajando en la transición de
su puesto con el ex abogado de la intérprete de “Circus”,
Samuel D. ingham III, quien dimitió al caso hace semanas.
A través de un comunicado, Rosengart indicó que aunque
tanto él como su firma de abogados se alegran de que James
haya tomado la decisión de abandonar la tutela, les entristece
por los supuestos constantes ataques que hizo contra su
clienta.
“Nos complace que el señor Spears y su abogado hayan
admitido hoy en una presentación que él debe ser destituido.
Es una reivindicación para Britney. Sin embargo, estamos
decepcionados por sus continuos ataques vergonzosos y
reprensibles contra la señora Spears y otros”, afirmó.
“Esperamos continuar nuestra enérgica investigación sobre la
conducta del señor Spears, y otros, durante los últimos 13
años, mientras él cosechó millones de dólares de la herencia
de su hija, y espero tomar la declaración jurada del señor
Spears en el futuro cercano. Mientras tanto, en lugar de hacer
acusaciones falsas y dar golpes bajos a su hija, el señor
Spears debería permanecer en silencio y hacerse a un lado
de inmediato”.
En la primera audiencia que le permitieron estar presente,
que se llevó a cabo a finales de julio, Britney afirmó a la corte
que aparentemente había sufrido varios abusos por parte de
su familia, principalmente de su padre, y de otros miembros
de su equipo desde que comenzó su tutela, en 2008, los
cuales la llevaron a estar inestable.
Reveló, entre otras cosas, el tutelaje le había impedido formar
una nueva familia con su actual pareja, el entrenador
personal Sam Asghari, ya que se le había insertado, en
contra de su voluntad, un dispositivo intrauterino para evitar
quedar embarazada.
También señaló que su equipo solía hacerle tomar píldoras y
drogas para mantenerla tranquila y estable durante sus
conciertos, sobre los que no le dejaban opinar ni dar ideas, y
que aquellos medicamentos solían dejarla peor cuando sus
efectos terminaban.
“He mentido y dicho a todo el mundo: ‘Estoy bien y soy feliz’.
Es una mentira. Pensé que si me decía eso lo suficiente
posiblemente pudiera ser feliz, porque he estado en
negación. He estado en shock. Estoy traumada”, expresó
entonces.
“Ya sabe: fíngelo hasta que lo logres. Pero ahora estoy
diciendo la verdad, ¿sí? No soy feliz. No puedo dormir. Estoy
tan molesta que es enfermizo. Y estoy deprimida. Lloro cada
día”.