UN NEURO CIENTÍFICO HACE PRUEBAS DE VIDEOJUEGOS CON RATONES

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Viktok Tóth, que ha documentado todo en su canal de YouTube, ha invertido alrededor de 6.000 dólares, más de $120 mil pesos, para montar un “sistema de realidad virtual” que permitiera a estos animales jugar a Doom II, juego de 1994.

Este mecanismo necesitaba una impresora 3D, una gran bola de poliestireno y sirope que las jugadoras bebían para realizar acciones. Además, también necesitaba comida para roedores y demás elementos para el cuidado de las ratas.

El científico seleccionó a tres roedores, a los cuales nombró como los creadores del juego, John Romero, John Carmack y Tom Hall, y los colocó sobre las bolas para jugar.

Las ratas, sujetas a un arnés, corrían sobre la esfera con sensores que traducían su movimiento al personaje del juego. Y, cuando se movían en la dirección correcta, de unos tubos salía jarabe azucarado, pero “si se chocaban contra una pared, recibían una ráfaga de aire en la cara”.

“La dosis de esta agua azucarada era esencial, ya que si les daba demasiada, podían hartarse y dejar de jugar”, dijo Tóth al portal Vice.

“Elegí a las ratas porque tienen instinto para moverse en espacios pequeños y aprenden a interaccionar con acciones específicas. Son más pequeñas que los cerdos y más fáciles de manejar y accesibles que los monos”.

Cada una de ellas daba una respuesta diferente, pues la llamada John Romero era “la que buscaba más emociones, mientras que John Carmack y Tom Hall eran más tranquilas y tímidas”. 

En los dos próximos años, el neurocientífico húngaro quiere ampliar el experimento con nuevos juegos y funciones y quiere terminar poder creando un juego multijugador para que los roedores interaccionen entre sí.