NUEVA YORK, EU.- Sean Combs fue acusado de diversos delitos federales, entre ellos tráfico sexual, delito de conspiración con organización criminal (racketeering) y transporte con fines de prostitución.
En el juicio, el jurado lo absorbió de los cargos de tráfico sexual por fuerza, fraude o coerción y de conspiración bajo la ley de crimen organizado (racketeering).
Pero fue hallado culpable en dos cargos de transporte interestatal con fines de prostitución, en lo que se conoce como infracción a la ley Mann en EE. UU.
El juez Arun Subramanian dictó una pena de 50 meses de prisión (es decir, 4 años y 2 meses) para Combs.
Además, se le impuso una multa de US$ 500,000 y se le ordenó un periodo de liberación supervisada de 5 años tras cumplir la prisión.
Como ya ha pasado unos 12 a 13 meses en detención preventiva desde su arresto en septiembre de 2024, ese tiempo se descontará de su pena efectiva.
Con eso, se estima que aún le quedarían aproximadamente 3 años de prisión por cumplir físicamente.
El juez señaló que, aunque se reconocen los logros de Combs como empresario y figura pública, esas acciones no eximen la gravedad del delito ni el historial de abuso.
También subrayó la necesidad de una sentencia disuasoria: que el castigo sea un mensaje de que la violencia y el abuso no quedan impunes.
La defensa ya anunció que apelará la decisión, argumentando que el juez consideró conductas por las cuales Combs fue absuelto, actuando como “un jurado adicional”.
En sus declaraciones previas a la sentencia, Combs se disculpó, calificando su conducta como “vergonzosa, repugnante” y dijo que aprendió del error.