CDMX.-La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expresó su profunda preocupación y reprobación ante las declaraciones del sacerdote Alfredo Gallegos Lara, conocido como el Padre Pistolas, quien durante una misa en Michoacán lanzó amenazas verbales contra la gobernadora de Guanajuato, Libia Dennise García Muñoz Ledo.
En un comunicado oficial, la CEM manifestó que no existe justificación alguna para el uso de expresiones violentas, despectivas o discriminatorias, y subrayó que quienes sirven en la Iglesia deben reflejar “el rostro compasivo de Cristo, que siempre dignifica y nunca humilla”.
Los obispos de México reiteraron su compromiso con una Iglesia que escuche, acoja y defienda la dignidad de cada persona, construyendo junto con la sociedad espacios de diálogo, reconciliación y paz.
Antecedentes del caso
El pasado 2 de noviembre, durante una misa transmitida por redes sociales, el sacerdote Alfredo Gallegos Lara, párroco de Chucándiro, Michoacán, se pronunció en contra del proyecto del acueducto de la presa Solís, una obra hidráulica impulsada por el Gobierno del Estado de Guanajuato.
En su mensaje, el religioso acusó presuntas afectaciones a campesinos del sur del estado y lanzó expresiones violentas hacia la mandataria estatal, lo que generó una ola de indignación y reacciones a nivel nacional.
La gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo respondió de manera institucional, afirmando que este tipo de expresiones reflejan la violencia que muchas mujeres enfrentan en el ámbito público.
Sin embargo, aclaró que no presentará denuncia contra el sacerdote y que su prioridad seguirá siendo el trabajo por la seguridad, el desarrollo y la paz en Guanajuato.
Un llamado a la responsabilidad y al respeto
Con el pronunciamiento del Episcopado, la Iglesia mexicana busca marcar distancia y reafirmar su compromiso con el respeto y la dignidad humana, condenando cualquier forma de violencia, incluso verbal, desde el púlpito.
El caso del Padre Pistolas vuelve a colocar sobre la mesa la discusión sobre los límites de la libertad de expresión dentro del ámbito religioso, especialmente cuando las declaraciones se mezclan con temas de carácter político y social.

