Pénjamo.-La carretera federal Pénjamo–La Piedad permanece completamente bloqueada este martes por campesinos que salieron a protestar contra lo que califican como el abandono y el rezago del sector agrícola.
El cierre se mantiene a la altura de la colonia INDECO, donde productores de distintas comunidades rurales arribaron con tractores, camionetas y maquinaria pesada para impedir el paso de vehículos particulares, de carga y del transporte público.
La manifestación se originó por el bajo precio de las cosechas, la falta de apoyos federales y la ausencia de incentivos para el maíz, el sorgo y otros cultivos básicos.
Los campesinos aseguran que los costos de producción se han disparado mientras los precios de venta siguen estancados, lo que ha puesto en riesgo la economía de miles de familias rurales en el suroeste de Guanajuato.
El bloqueo generó una fila de vehículos de varios kilómetros, afectando la movilidad entre Pénjamo y La Piedad.
A pesar de la molestia de los automovilistas, los agricultores se mantienen firmes en su decisión de permanecer sobre la carretera hasta ser escuchados por las autoridades.
Elementos de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado arribaron para resguardar la zona y evitar enfrentamientos.
Entre las principales inconformidades destacan la falta de apoyos económicos, el incremento de los costos de producción y la disminución de los precios de los granos, lo que ha provocado una situación insostenible para miles de familias campesinas.
Los productores exigen, entre otros puntos, un precio justo de $7,200 por tonelada de maíz, el pago pendiente del precio de garantía del trigo, la prohibición de importar maíz blanco, la creación de una banca nacional de crédito agropecuario, así como la revisión de la propuesta de Ley de Aguas Nacionales.
Además, solicitaron una reunión directa con la presidenta de la República, a fin de establecer un diálogo que permita atender las demandas del campo y evitar que las movilizaciones se extiendan o radicalicen.
El operativo se mantiene sin incidentes mayores, pero con vigilancia constante ante la magnitud de la protesta.
