Expertos de República Checa han diseñado y desarrollado una casa impresa en 3D que no solo reduce las emisiones de carbono en un 20%, sino que está lista en solo 48 hora y dura hasta 100 años.
La sostenibilidad se ha convertido en un eje clave para articular las viviendas del futuro, especialmente teniendo en cuenta que la industria de la construcción emite el 39% de las emisiones de carbono del mundo, mientras que la industria de la aviación produciría el 2%.
Es fundamental renovar los materiales y también las técnicas de construcción para un futuro digno y habitable. Con esto en mente, los dos impulsores del proyecto Prvok, Michal Trpak, un escultor, y Stavebni Sporitelna Ceske Sporitelny, miembro de la sociedad de construcción Erste, decidieron diseñar y desarrollar esta vivienda en 3D capaz de flotar. Tiene un carácyer ecológico, mide 43 metros cuadrados y dura hasta 100 años.
La casa es siete veces más rápida de construir que mediante métodos tradicionales, cuesta un 50% y reduce las emisiones en un 20%. El equipo usará un brazo robótico llamado Scoolpt, que puede imprimir de forma sumamente rápida: en concreto, 15 centímetros por segundo.
La vivienda consta de un dormitorio, sala de estar, baño y cocina. Está diseñado para que quien viva en él pueda hacerlo durante todo el año.