Una expedición al norte de Groenlandia el pasado mes de julio realizó un descubrimiento de la forma más inesperada: el hallazgo de la isla más al norte del planeta.
El objetivo de dicha expedición, en la que participaban investigadores de la Universidad de Copenhague, era visitar lo que hasta ahora se creía como la isla más septentrional del mundo, Oodaaq, ubicada al norte de Groenlandia. Sin embargo, los investigadores terminaron en una isla desconocida que todavía estaba más al norte.
“Estábamos convencidos de que la isla en la que nos encontrábamos era Oodaaq, que hasta entonces estaba registrada como la isla más al norte del mundo.
Pero cuando publiqué fotos de la isla y sus coordenadas en las redes sociales, varios cazadores de islas estadounidenses enloquecieron y dijeron que no podía ser cierto”, explicaron en un comunicado los líderes de la expedición, entre ellos Morten Rasch, director científico del Departamento de Geociencias y Gestión de Recursos Naturales de la Universidad de Copenhague.
Al finalizar la expedición, fueron los comentarios en redes sociales de los llamados ‘cazadores de islas’ los que llevaron a Rasch y su equipo a ponerse en contacto con expertos.
“Nos informaron de que había habido un error en mi GPS que nos había hecho creer que estábamos en la isla Oodaaq”, indica Morten Rasch. “Sin querer, habíamos descubierto la isla más al norte del mundo”, añade.
Según Rasch, la isla está compuesta principalmente de pequeños montículos de cieno y grava, que pueden ser el resultado de una gran tormenta que, con la ayuda del mar, empujó gradualmente el material del lecho marino hasta que se formó una isla.