Irapuato.- El obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, recalcó que le duelen todos los hechos de violencia que se han presentado en el estado de Guanajuato a últimas fechas, ya que la inseguridad, sigue cada día avanzando y creciendo, sin que las autoridades o la sociedad, la puedan detener.
En su conferencia de prensa dominical, el religioso expresó que no podemos acostumbrarnos a la violencia y hacer como si no pasara nada.
“Y que no somos capaces, como sociedad o como autoridades, detener toda esta violencia, y no podemos acostumbrarnos a esta violencia”, añadió.
El obispo se unió al dolor de las familias de quienes han caído, luego de que la semana anterior, hubo asesinatos de policías y tránsitos en Salamanca e Irapuato, así como paramédicos de ambulancias privadas.
“Pero también ha habido otras de personas, personas que son víctimas colaterales, pero nos duele mucho, porque la violencia va creando inseguridad, desconfianza e individualismo, va habiendo miedo”, dijo.
Sobre el asesinato de los dos paramédicos de ambulancias privadas que fueron ejecutados en Celaya, y que, de acuerdo al gobernador, Diego Sinhué, tenían relación con el crimen organizado, el prelado expresó que se trata de una revictimización para las familias de quienes han fallecido.
“Es muy difícil, no sé si él tenga datos sobre esto, yo no tengo datos para atreverme a decir esto, a veces esto revictimiza a las familias de quienes han fallecido”, acotó.

