Descubrir el origen de la atracción y el romance es un misterio que a día de hoy millones de personas en el mundo siguen sin descifrar, algunos apuntan a la belleza estética como el primer factor de influencia que puede marcar una tendencia que define nuestros gustos, otros hablan de la química o las vibraciones a la hora de interactuar con otra persona pero tal vez la respuesta más sencilla sea hablar del estómago.
A la hora de comer tal como sucede con el romance algunos alimentos nos gusta y otros no, el origen de esta respuesta se debe a las reacciones químicas que ocurren en nuestro estómago, esto explicaría un vínculo entre nuestros hábitos alimenticios y las parejas que escogemos.
Resulta que cada uno de nosotros tiene ciertas características morfológicas y de personalidad que están relacionadas con una mayor influencia de alguno de los líquidos vitales en nuestro cuerpo (sangre, bilis, linfa) que nos hace sentirnos mejor en ciertos climas, con ciertos sabores y con ciertas personas. Estas características se dividen en cuatro grupos que los griegos llamaron temperamentos o biotipos, según explica David Duarte, pionero en México de la milenaria medicina UNANI de origen griego/árabe.
La medicina UNANI establece una relación entre la morfología y la personalidad de tal forma que se puede predecir viendo el cuerpo de una persona cómo es su carácter, qué alimentos le gustan, cuales le caen bien (no necesariamente son los mismos) y con qué tipo de persona hará una buena pareja. El primer grupo son las personas que prefieren los sabos dulces y está relacionado con las personas que gustan de dormir por mucho tiempo, tienen carácter amable y fraternal y tienden a ser personas despreocupadas por su físico.
Despúes encontramos al grupo denominado colérico, aquellos que suelen tener un carácter explosivo, idealista, dominante y en determinados momentos pueden resultar violentos, estas personas tienen una tenedencia marcada a preferir la comida con sabores picantes y agríos que denotan su personalidad.
Este listado también hace referencia a las personas que prefieren los sabores amargos tienden al orden, son objetivos y realistas por lo que buscan un elemento de “goce” en su pareja son del biotipo Melancólico son delgadas y con articulaciones marcadas, son reflexivas e intelectuales.
David Duarte comenta que las personas del biotipo Sanguíneo son robustos, de huesos pesados, con tendencia a una estructura firme y con buena musculatura. Son creativos, inteligentes, alegres y joviales.
Les gusta disfrutar de los placeres sensoriales, de la sal de la vida, por eso se inclinan por los sabores salados.