Cuando no podemos conciliar el sueño nos las ingeniamos para encontrar soluciones creativas que nos ayuden a descansar.
Una de ellas es intentar dormir con música relajante, ya que para muchos es el mejor de los somníferos. La ciencia sostiene que las personas que se relajan así antes de dormir tienen un sueño de mejor calidad.
Por otro lado, es de gran utilidad porque neutraliza ruidos que pueden interrumpirnos el sueño. Esto sucede porque la música proporciona una capa de ruido suave que reemplaza o distorsiona el resto de sonidos de fondo que pueden resultar molestos. Además, nos distrae de nuestras preocupaciones.
Ayuda a relajarnos poco a poco para dejar espacio a emociones agradables para olvidarnos de la ansiedad, la frustración o el nerviosismo que acompañan al insomnio. La Fundación Nacional de Sueño de Estados Unidos afirma que la música tiene un efecto relajante directo en el sistema nervioso.
Así crea las condiciones óptimas necesarias para poder dormir ya que ayuda a disminuir la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Además, los músculos se relajan y la respiración se vuelve más lenta y profunda.
Quizá ya hayas oído hablar del “ruido blanco” o el que contiene todas las frecuencias de sonido a la misma potencia, al igual que en el color blanco están presentes todos los colores. También existe el “ruido rosa” que es impredecible porque sus valores son totalmente aleatorios.
Este tipo de sonidos son ideales para enmascarar los ruidos del ambiente porque al ser constantes neutralizan mejor que la música relajante otros sonidos del ambiente.
Nos envuelven de una agradable sensación que nos ayuda sin duda a relajarnos. Algunos ejemplos son el sonido de las olas del mar, el de una cascada, la lluvia o el viento.