CDMX.- En una reciente investigación publicada por la reconocida periodista Anabel Hernández, se afirma que la conductora y actriz Galilea Montijo mantuvo una relación sentimental seria con el narcotraficante Arturo “El Barbas” Beltrán Leyva, quien falleció en diciembre de 2009 .
De acuerdo con testimonios de fuentes del cártel, Montijo y el capo compartieron un vínculo de aproximadamente dos años, calificado no como un romance pasajero, sino como una relación significativa . En palabras de un testigo:
“Le podría decir sin exagerar que la relación duró, al menos, dos años” .
Durante ese periodo, Montijo habría recibido obsequios costosos como relojes Rolex y joyería, además de apoyo económico mensual estimado cerca de 200 mil dólares (alrededor de 3.4 millones de pesos) .
Se reporta que Beltrán Leyva intercedió personalmente para ayudar a la hermana de Galilea, detenida en Guadalajara, consiguiendo su liberación tras tres años en prisión .
En su libro Las señoras del narco: Amar en el infierno, Hernández amplía que este vínculo fue tan sólido que el capo la consideraba prácticamente su segunda esposa, al tiempo que la utilizaba para blanquear dinero mediante la adquisición de propiedades a su nombre .
Durante la presentación del libro, Anabel Hernández expuso grabaciones donde una testigo clave —identificada como “Celeste”— asegura que Montijo fue una figura central en el círculo íntimo de Beltrán Leyva, y confirmó que los pagos y regalos fueron reales .
Aunque Montijo ha negado enérgicamente la vinculación con el capo —llegando incluso a emitir un comunicado llorando por lo que consideró un ataque injustificado —, las fuentes brindadas por Hernández apuntan a un vínculo mucho más profundo y persistente que el simple rumor.
De corroborarse judicialmente, esta revelación marcaría un precedente sin precedentes en el cruce entre el espectáculo y el crimen organizado en México, especialmente al apuntar a un vínculo matrimonial o cuasi matrimonial entre Montijo y el capo.