Kirk Mathes se llevó una gran sorpresa cuando volvió a su granja de la localidad de Barre, en el estado de Nueva York, y vio a una multitud alrededor de una caja fuerte que había sido abandonada allí.
El hombre se encontraba fuera del municipio y, al volver, descubrió no solo que alguien había dejado allí este objeto, sino que ya había gente intentando abrirla.
“Si la puedes abrir, puedes quedarte lo que hay dentro”, decía una nota que tenía pegada. Por ello, no es de extrañar que tanta gente intentara abrirla con mazos y a golpes, tal y como informó ABC News.
Según contó el propietario del recinto, la caja fuerte debía pesar más de 220 kilos, por lo que desconoce cómo fue transportada hasta su granja ni quién fue el que lo hizo, aunque podría tratarse de un bromista.
Mathes declaró que la Policía tuvo que dispersar a la multitud que había alrededor de la caja fuerte, que llegó incluso a romper la manivela y el seguro, aunque no consiguieron abrirla.
La idea del granjero está clara, mantener el misterio y donarla al museo de historia de Barre cuando se inaugure. Mientras tanto, la mantendrá escondida.