Irak.- Durante una celebración nupcial cristiana en el norte de Irak, un devastador incendio provocado por fuegos artificiales consumió un salón lleno de asistentes.
El siniestro, ocurrido la noche del martes en la región de Hamdaniya, provincia de Nínive, resultó en la trágica pérdida de al menos 114 vidas y dejó heridas a 150 personas, según informaciones oficiales del miércoles. Las cifras podrían incrementar.
Hamdaniya, situada cerca de Mosul y a 335 kilómetros al noroeste de Bagdad, es una región de mayoría cristiana. Pese a no contar con declaraciones oficiales sobre el origen del fuego, imágenes transmitidas por el canal kurdo Rudaw mostraban fuegos artificiales siendo disparados desde el suelo que alcanzaban e incendiaban una lámpara en el techo.
Después del siniestro, el paisaje estaba dominado por escombros carbonizados y metal retorcido. Las personas se desplazaban entre las ruinas, iluminadas únicamente por las luces de cámaras televisivas y la luminosidad de móviles de los observadores.
Los afectados que eran trasladados a hospitales cercanos eran atendidos con oxígeno y vendajes. Sus familias, llenas de ansiedad, se congregaban en corredores y a las puertas de los centros médicos.