MINNEAPOLIS, ESTADOS UNIDOS.- El tradicional espectáculo de medio tiempo del Super Bowl, tiene la tradición de llevar elaboradas escenografías, decenas de bailarines y, por supuesto, una figura musical que tenga prestigio mundial.
Este año no fue la excepción. El cantante Justin Timberlake fue el encargado de hacer cantar y bailar al público del aparatoso partido de la NFL. Con una aparición desde abajo del escenario principal e interpretando su nuevo single “Filthy”, el ex ‘N Sync inició un show que duró aproximadamente 15 minutos y que llenó de luces, colores y movimiento todos los rincones del US Bank Stadium de Minneapolis.
En medio de su presentación, unos 50 instrumentistas ingresaron al estadio para acompañar a Timberlake a entonar el tema “Suit & Tie”. Su multifacética performance lo hizo incluso sentarse para tocar el piano y ser acompañado por un holograma del fallecido Prince.
Pero sin duda uno de los momentos más ovacionados fue el ingreso de un centenar de personas que portaban un espejo en sus manos mientras Justin interpretaba “Mirrors”. Pantallas led, músicos y sus mejores éxitos, formaron parte del show del popular artista.
La segunda presentación de Timberlake en solitario había causado gran expectación. El motivo principal fue que la última vez que estuvo -hace 14 años- el cantante le destapó un pecho a Janet Jackson como parte de la actuación en pleno espectáculo.