En Japón hay una ley que obliga a todas las empresas inmobiliarias a revelar el pasado de los inmuebles que están vendiendo, y desvelar si se trata de una Jikko buken, nombre designado en japonés para referirse a ‘casas accidentadas’.
Este tipo de casas pueden haber presenciado todo tipo de horrores: muertes por accidente, asesinatos, o simplemente situarse cerca de un cementerio o crematorio. Aunque en su mayoría se trata de de domicilios donde una persona mayor ha fallecido por causas naturales.
Sea cual sea la razón, el estigma que acompaña al término ‘casas accidentadas’ dificulta mucho su venta. La empresa inmobiliaria Jobutsu Estate quiere cambiar este prejuicio y se dedica a publicitar todos los mórbidos detalles que han convertido a esa casa en ‘defectuosa’.
El modelo de negocio se basa en hablar sin tapujos de los accidentes que ocurrieron en los inmuebles y destacar la razón por la que tienen precios más baratos. De momento, ha sido todo un éxito.
Su página web permite buscar casas con 7 categorías diferentes que incluyen desde la posibilidad de “ver tumbas” desde la ventana, hasta elegir las horas en las que se encontró el cuerpo fallecido en la vivienda -más o menos de 72 horas-. Por supuesto, hay opción de incendio, suicidio y asesinato también.
El publico objetivo de la compañía son jóvenes y personas mayores que están más preocupados por la financiación de la compra que por el estado del inmueble en sí y buscan opciones económicas.
El empresario japonés también cuenta que decidió comenzar este tipo de negocio tras descubrir que, en Japón, un 20% de las muertes son por causas naturales en casas solitarias.