LA LUNA DETERMINA LA CALIDAD DE SUEÑO

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La Luna y sus ciclos se han estudiado durante mucho tiempo para investigar su impacto potencial en el sueño humano, aunque los resultados de tales análisis han sido algo inconsistentes.

En un nuevo estudio, publicado por la revista Science of Total Environment, donde según los investigadores se encuentra entre los más grandes de su tipo, un equipo de científicos monitoreó el sueño de más de 850 personas en Uppsala, Suecia, utilizando mediciones de polisomnografía para determinar el inicio, la duración y la calidad del sueño durante una sola noche.

Estas mediciones de una noche se registraron en individuos durante varios años, tanto en hombres como en mujeres. Las noches registradas terminaron representando diferentes etapas del ciclo lunar: a medida que la Luna nueva ‘crece’ a Luna llena (con su área visible e iluminada aumentando de tamaño), y también la ‘menguante’, ya que la iluminación disminuye después de la plenitud. 

Luna, en el período hasta la próxima Luna nueva. Se piensa que el brillo creciente de la Luna creciente, que alcanza un crescendo óptico en la noche de luna llena, debería afectar el sueño humano de manera perjudicial en general, dado que las personas tienden a dormir mejor con más oscuridad. 

De hecho, algunos estudios han confirmado esa teoría, pero otros no han podido replicarla.

En la nueva investigación, los resultados parecen confirmar que los ciclos lunares tienen una influencia significativa y detectable en el sueño humano, pero, curiosamente, no todo el mundo se ve afectado de la misma manera.

Dicho esto, los hombres durmieron más de 20 minutos menos en las noches de Luna creciente, y otros marcadores de los efectos de la Luna también fueron mucho más pronunciados en los hombres: incluido un 3,4% menos de eficiencia del sueño, más vigilia y mayores interrupciones en la duración de las etapas del sueño durante las noches de Luna creciente.

Debido a que se trata de una investigación observacional, el equipo no afirma que haya un efecto causal en juego aquí. “Nuestro estudio, por supuesto, no puede desentrañar si la asociación del sueño con el ciclo lunar fue causal o simplemente correlativa”, dice Benedict.

En otras palabras, los investigadores creen que definitivamente está sucediendo algo aquí que parece hacer que las personas duerman de manera diferente, en sincronía con lo brillante y llena que está la Luna en una noche determinada. 

Es difícil precisar con autoridad el alcance de este efecto. No obstante, los investigadores se arriesgan a lanzar algunas conjeturas, en direcciones que, una vez más, son obvias y no.