Algunos de los científicos más reputados del mundo estudian la manera de defender a nuestro planeta del posible impacto de un asteroide.
La propia NASA ha puesto en marcha un ambicioso proyecto con el que no solo intenta monitorizar qué asteroides podrían ser potencialmente peligrosos para nosotros, sino que también busca encontrar la manera más efectiva de defendernos para evitar un hipotético impacto.
Este 30 de junio, Día Internacional de los Asteroides, podemos confirmar que la NASA llevará a cabo la primera misión defensiva de la historia de la Tierra.
De esta manera, será en el año 2022 cuando se lanza al espacio DART. Se trata de una nave cuyo nombre no solo significa dardo en inglés, sino que también representa las iniciales en inglés de Prueba de Doble Redirección de Asteroides.
¿Qué es lo que busca? Muy sencillo: como si se tratase de una partida de billar, la NASA intentará que esta nave no tripulada golpee a un asteroide llamado Dimorphos, con el objetivo de hacerle cambiar su trayectoria y, por ende, descubrir que este sistema defensivo es viable para entender que podemos evitar un hipotético impacto en caso de que fuera necesario.
Dimorphos, que no representa ningún riesgo para la Tierra, es un asteroide que cuenta con 160 metros de diámetro y que gira en torno a otro asteroide llamado Didymos.
De hecho, según los datos que tiene la NASA, el asteroide con mayor potencial de impactar contra nuestro planeta es el denominado 2009FD, que podría chocar contra nosotros en el año 2184 con un 0,2% de probabilidades. O, dicho de otra manera, a día de hoy no existe ningún tipo de evidencia de que un asteroide pueda impactar contra nosotros, pero la NASA quiere estar preparada por si lo necesitara.