Conocido como el Cono de Arita o el Cerro Cono, es la segunda salina más grande de Argentina. Se trata de una pirámide cónica de 200 metros que tiene una forma tan simétrica que parece hecha artificialmente.
Con más de 3.000 metros de altitud y una superficie de 1.600 kilómetros cuadrados, este salar recibe a miles de turistas internacionales al año.
Al Cono de Arita muchas veces se le llama “el volcán flotante” debido a la ilusión óptica que crea cuando se observa desde lejos.
Muchas personas estaban convencidas a principios del siglo XX de que el Cono de Arita, al igual que las pirámides de Egipto, fue construido por el hombre.
No obstante, las investigaciones científicas han demostrado que esta formación es, en realidad, la punta de un pequeño volcán que carecía de la fuerza necesaria para escupir lava o desarrollar un cráter. Hoy se considera el cono natural más perfecto del mundo.
A pesar de las diversas incógnitas en torno a su origen, algunas leyendas y pruebas arqueológicas apuntan a que la formación pudo ser utilizada como un centro ceremonial inca.