Los neandertales hace 41.000 años ya practicaban los ritos funerarios del entierro, según concluye un equipo de arqueólogos tras el estudio del esqueleto de un niño de dos años procedente de una excavación en el suroeste de Francia.
El grupo multidisciplinario dirigido por el paleoantropólogo del del laboratorio de Historia natural del hombre prehistórico de Francia Antoine Balzeau y Asier Gómez-Olivencia, de la Universidad del País Vasco, considera demostrada esta práctica del enterramiento por el estado y la posición de los huesos encontrados en el yacimiento de Ferrassie, en Dordoña.
Los arqueólogos observaron que el esqueleto reposaba dentro de una capa de sedimentos inclinada hacia el oeste, mientras que los demás estratos estaban orientados hacia el noroeste.
Esta posición de los huesos, poco dispersos entre sí, fieles a la anatomía humana y mejor conservados que el resto de huesos animales encontrados cerca, indican un entierro rápido tras la muerte, concluyen los expertos en un trabajo publicado este miércoles en la revista científica “Scientific Reports”.
Al revisar el material recopilado hasta entonces, centraron su atención en 47 nuevos huesos humanos que no se habían identificado durante las excavaciones y que pertenecían al esqueleto del niño.
Los científicos también llevaron a cabo un minucioso análisis de los huesos: estado de conservación, estudio de las proteínas, genética y datación, para finalmente volver a Ferrassie con la esperanza de encontrar otros fragmentos del esqueleto, sin éxito.