Issy Carr, una mujer británica de 86 años, se ha reencontrado con su hijo después de ser obligada a darlo en adopción cuando tenía 20 años, gracias a un banco de ADN que ayuda a localizar a familiares lejanos.
Según ha contado a un medio local, sus padres la obligaron a renunciar a su hijo tras quedarse embarazada en los años 50 sin estar casada. Una decisión por la que nunca perdonó a sus padres, ha revelado.
“Lo tuve en Melling, el 13 de junio de 1955. Le quise enseguida y le llamé George, pero la enfermera Eccles, una enfermera encantadora, me dijo que le habían dicho que no podía verle ni cogerle. Se lo llevaron rápidamente y nunca más lo volví a ver”, ha recordado.
Issy nunca dejó de pensar en él e incluso lo buscó poco después de dar a luz, pero nunca tuvo suerte. Hasta ahora, gracias a la página web ancestry.com, ha encontrado no solo a su hijo, sino también a su nieta.
La muestra de ADN coincidió con la de Kym Carthew, una mujer australiana de 43 años que utilizó el mismo banco para encontrar a su padre. Así, abuela y nieta se encontraron sin ni siquiera estar buscándose.
Issy descubrió que su hijo ‘George’ en realidad se llama Keith y se mudó a Australia con su familia adoptiva cuando tenía 15 años. Kym también lo estaba buscando y juntas siguieron la investigación hasta que dieron con una dirección.
Kym asegura que Keith y ella no pueden estar más contentos de descubrir que tienen familia en Reino Unido: “Mi padre y yo estamos deseando viajar a Inglaterra cuando acaben las restricciones de Covid”.