Edimburgo.- Un panda rojo de tres meses falleció en el Zoológico de Edimburgo, Escocia, como consecuencia del estrés provocado por el uso de fuegos artificiales, según informó la institución.
Roxie, una cría de esta especie en peligro de extinción, había nacido en julio, elevando a cinco el número de pandas rojos en cautiverio en el zoológico. Sin embargo, el 31 de octubre, el zoológico comunicó el fallecimiento de Ginger, una panda roja de nueve años, seguido por la muerte de su cría Roxie, ocurrida cinco días después.
De acuerdo con la BBC, el incidente ocurrió tras las celebraciones de la “Noche de la Hoguera,” una festividad en la que los fuegos artificiales resonaron en toda la ciudad. Los veterinarios de la Real Sociedad Zoológica de Escocia (RZSS) atribuyeron la muerte de la cría al estrés causado por estos ruidos.
Asimismo, la madre de la cría, Ginger, falleció de manera inesperada cinco días antes. Aunque la causa exacta no ha sido confirmada, los especialistas no descartan que su muerte también estuviera vinculada al impacto del ruido provocado por los fuegos artificiales.
Ben Supple, subdirector ejecutivo de la Real Sociedad Zoológica de Escocia (RZSS), explicó que estaba cuidando de Roxie durante aquella noche, pero los “ruidos aterradores” parecieron ser demasiado para la cría.
“Roxie había perdido a su madre, Ginger, recientemente, pero estaba respondiendo bien al cuidado especializado de nuestro equipo y ya se alimentaba de forma independiente”, comentó Supple al medio.
“Lamentablemente, Roxie se asfixió con su propio vómito durante la ‘Noche de la Hoguera’, y nuestros veterinarios consideran que esto fue probablemente una reacción al estrés causado por los fuegos artificiales”, explicó Ben Supple.
Añadió: “Sabemos que los fuegos artificiales pueden generar estrés en otros animales del zoológico, y no descartamos que hayan sido un factor en la muerte prematura de Ginger, la madre de Roxie, ocurrida solo cinco días antes”.
Dirigen petición a Downing Street
A raíz de este trágico incidente, el zoológico se unió a organizaciones de bienestar animal y activistas para solicitar restricciones más estrictas en el uso de fuegos artificiales en Edimburgo. La petición, respaldada por más de un millón de firmas, fue entregada en Downing Street, residencia oficial del primer ministro del Reino Unido y del Canciller de Hacienda.