Un tribunal administrativo de la ciudad de Karlsruhe, en el suroeste de Alemania, ha decidido prohibir la venta de galletas hechas con aserrín, al considerarse este ‘ingrediente’ como no apto para el consumo humano.
El productor, que llevaba a cabo esta práctica durante años, afirmó ante el tribunal en su defensa que es un producto vegetal tradicional. Lo cierto es que el envase de sus galletas muestra abiertamente al aserrín como ingrediente. Además, en 2004 había escrito a la ciudad de Karlsruhe sobre su práctica, pero nadie dijo nada.
El panadero ha estado llevando un negocio de venta por correo por toda Alemania. Fue en 2017, durante una revisión de galletas rutinario, cuando se le prohibió vender estas galletas para después acabar en los tribunales.
El Tribunal que dictó sentencia señaló que “estas galletas no deben ser permitidas en la cadena alimenticia porque no son seguras y, objetivamente, no son aptas para el consumo humano”.
Además, los jueces añaden que, a pesar de la afirmación del panadero de que el aserrín era un ingrediente tradicional, en realidad “ni siquiera se utiliza en el sector de la alimentación animal industrial”.
Sin embargo, el aserrín y los ingredientes como la pulpa de madera, la harina de madera y la celulosa se han encontrado en alimentos fechados en 2016.
Por ejemplo, las pruebas de laboratorio encargadas por Bloomberg Business encontraron pulpa de madera y celulosa en varias marcas de queso vendidas en Estados Unidos.