CELAYA, Gto.- Con un recurso de 612 mil 999.99 pesos procedente de Consejo Nacional para la Cultura y las Artes ‘CONACULTA, se realiza la restauración de las esculturas de la Alameda Hidalgo y la Plaza de San Agustín.
Es a través de la dirección de Obras Públicas, que se están interviniendo diversas efigies como la Ninfa de Tetis que se ubica en la fuente donde se unen las calles Guillermo Prieto y Agustín Arroyo Ch. en la colonia Alameda; además de la Diosa Ceres y el Dios Mercurio que están en los andadores de este parque; así como Ignacio Allende, frente al Templo de San Agustín y la Casa de la Cultura.
El titular de esta dependencia municipal, Enrique Miranda Carrera, detalló dicha intervención y resaltó estas obras artísticas por su valor icónico en la ciudad.
“se está haciendo un trabajo de limpieza a fondo (…) la escultura de la Alameda, la que estaba en la fuente, es un ícono de esta zona y se llevó a darle su mantenimiento, con las otras dos es exactamente lo mismo y la de Ignacio Allende está más grande y no se pudo mover pero si (se realiza) el mismo trabajo”, expresó el funcionario.
Estas intervenciones son derivadas del deterioro de su vida útil, los daños causados por diversos factores ambientales, de la fauna local y de vandalismo, por lo que el Municipio las está rescatando y serán reinstaladas en su mismo lugar al término de su restauración.
“van a regresar con mejores condiciones y mejor vista, para que la ciudadanía las aprecie mejor y perduren un poco más de tiempo”, añadió el titular de Obras Públicas.
El director consideró que estas imágenes están ubicadas en dos de las zonas de mayor impacto turístico en la ciudad, resaltó la importancia de su mantenimiento especializado, basado en limpieza química, unificación de tono de patina natural del bronce, resane de faltantes, fisuras y grietas.
Dichas restauraciones se llevan a cabo en el taller del especialista contratado, para posteriormente colocarlas en su lugar en un plazo inicial de tres meses y una recalendarización de un mes más; es decir, arrancaron los trabajos en mayo y se tiene programada su conclusión en agosto próximo, contando a la fecha con un avance físico del 35%.
Tanto el contratista como el supervisor externo, se encuentran reconocidos ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia ‘INAH’ como restauradores especializados en la materia.