CDMX.- Como último acto de rebeldía, la cumbia de Celso Piña se hizo presente ayer en Los Pinos, liberando al espacio de cualquier rastro de formalidad y armando el baile en pleno festejo del inicio de la Independencia de México.
El homenaje al “Rebelde del Acordeón”, quien falleció el 21 de agosto, llenó la que fue la antigua residencia presidencial con un ambiente sonidero.
Las bocinas hicieron retumbar el acordeón y el güiro de La Ronda Bogotá, agrupación de Piña, mientras parejas de todas las edades daban vueltas entregados al ritmo.
La fiesta la armaron 2 mil 500 personas, cifra proporcionada por la Secretaría de Cultura, que celebraron el legado del músico al disfrutar la presentación como si él mismo hubiera estado en el escenario.
Los gritos de emoción resonaron entre los presentes, pero los ánimos estallaron cuando la “Cumbia Sampuesana” resonó en las bocinas.
El pasto de los jardines del recinto se convirtió en pista de baile para parejas expertas, padres que enseñaban nuevos pasos a sus hijos y jóvenes que se besaban entre las vueltas.
Además de la Ronda, Campa Valdez, acordeonista del Gran Silencio, llegó para interpretar la “Cumbia Poder” y un par de canciones más, a petición de la gente, incluido un fan idéntico a Celso Piña que llevó su propio acordeón.