MIAMI, FLORIDA.- Este año Sebastián Yatra completa una década de trayectoria profesional y aún no puede creer que fuera cercano a Tom Hanks, besara a una chica Almodóvar, cantara en los Óscares y esté por conducir —el jueves— la ceremonia del Premio Lo Nuestro.
“Nunca voy a normalizar la vida que tengo”, aseguró el cantante de 28 años.
Mientras se preparaba para viajar a Río de Janeiro, donde ayer tomó parte en las celebraciones del Carnaval, Yatra reconoció que sus experiencias de los últimos 10 años son producto de “intenso trabajo y mucha disciplina”, pero también de una buena dosis de suerte.
Por ejemplo, el vídeo de su nueva canción “Una noche sin pensar” tiene como protagonista a la actriz española Milena Smit, quien no solo actuó junto a Penélope Cruz en la más reciente película de Pedro Almodóvar (“Madres paralelas”, 2021), sino que además es estrella de “La chica de nieve” de Netflix.
“Unos amigos me hablaron de ella para el vídeo y, como nos seguíamos en Instagram, se lo propuse directamente y me dijo que sí de inmediato”, recordó. Eso sucedió en octubre pasado, mucho antes de que se desatara la locura con la nueva serie.
“Una noche sin pensar” es el primer tema lanzado por Yatra en seis meses y la punta de lanza de su siguiente disco, que aún graba y que promete será “de diversión y celebración”. El sencillo fusiona la música disco y ritmos tropicales.
“Se pueden identificar los que quieren una noche loca o los que están despechados. Es para disfrutar, pero también para recordar, pero siempre bailando y celebrando la vida”, explicó.
Cuando en 2013 buscaba lanzar “El psicólogo”, su primera canción, lo único que Yatra tenía en claro era que quería ser cantante y compositor.
Reconoce que jamás imaginó la locura en que se convertiría su vida, que aumentó de velocidad el año pasado debido a la popularidad de la banda sonora de la película “Encanto”, en la que canta “Dos oruguitas”, el tema principal.
Mucho menos pensó que tendría que lidiar con los detectives digitales que lo examinan en las redes sociales para conocer pistas de su vida personal.
“Quisiera que esos detectives tuvieran un signo azul sobre la cabeza para saber de quiénes uno se tiene que cuidar”, dijo con una sonrisa que escondía frustración.
Y es que él ya aprendió a separar la vida privada de la profesional.
Si bien ya es un experto en preservar su intimidad, no tiene problemas en proclamar su amor por la televisión.
“Me encanta, me parece un medio espectacular que da para transmitir todo”, manifestó.
Por esa razón aceptó la invitación de Univision para conducir el Premio Lo Nuestro, ceremonia en la que, además, es el más postulado, en un total de 10 categorías.
“Ya tuve la experiencia en Premios Juventud, totalmente novato. Ahora ya me siento mucho más seguro y con muchas más herramientas”, expresó.