MÉXICO, D.F.- El grupo terrorista Estado Islámico secuestró al menos a 400 civiles en la ciudad siria de Deir ez-Zor, después de matar a más de un centenar de personas en esa localidad, la última atrocidad de la organización yihadista.
“Entre los secuestrados, todos ellos sunitas, hay mujeres, niños, familias y combatientes prorrégimen”, aseguró la organización no gubernamental el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Las víctimas fueron secuestradas en Al Bgheliyeh, la periferia noroeste de Deir ez-Zor, y en las inmediaciones, para ser conducidas a regiones en poder del EI de la provincia del mismo nombre y de la vecina Raqa, según el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
Este último teme que el EI “ejecute a civiles y convierta a las mujeres en esclavas sexuales, como ya hizo en el pasado”.
Antes del rapto masivo de civiles en esa localidad, los yihadistas habían matado al menos a 85 civiles y a 50 combatientes prorrégimen, la mayoría ejecutados, según la misma ONG.
Sin embargo, la agencia oficial siria Sana denunció que fueron 300 las personas asesinadas.
De confirmarse esa cifra, se trataría de una de las peores matanzas perpetradas en un solo día desde el inicio del conflicto en marzo de 2011.