San Miguel de Allende, Gto.- El “Comandante Emilio” lidereaba una banda de secuestradores en San Miguel de Allende que operaba de modo sofisticados para no dejar rastro. Mantenía encerradas a sus víctimas durante meses y durante todo ese tiempo las mantenía encerradas en un cajón pequeño donde apenas y podían respirar.
A una de sus víctimas la mantuvo en cautiverio 1 año y medio, tiempo en el cual, al igual que al resto de los plagiados, la mantuvo encerrada en ese lugar de muy reducidas dimensiones con cubiertas de tela muy peculiar, le daba alimentos sólo de vez en cuando aplicando técnicas de guerrilla donde la persona caía en un estado de vulnerabilidad que sólo agrandaba el sufrimiento.
El Comandante “Emilio” se escondía en San Miguel bajo el nombre de Ramón Alberto o Raúl Julio y desde ahí coordinó secuestros poco usuales que permitieron a las autoridades saber que procedían del mismo grupo delictivo.
Automóviles sin reporte de robo en los que se cometían los secuestros que luego desaparecían sin dejar rastro y cuando los encontraban estaban completamente libres de huellas dactilares. Negociaciones complejas con comunicación satelital con muy pocas posibilidades de rastreo.
Además de las condiciones en las que mantenían cautivas a las víctimas, también se caracterizó por las sumas por el rescate sumamente elevadas, siempre en dólares y sin posibilidad de negociación.
Este lunes, el Fiscal General del Estado Carlos Zamarripa Aguirre, habló de la forma en que el Comandante “Emilio”, este guerrillero chileno buscado por la justicia de su país, operaba en Guanajuato donde fue detenido y sentenciado ya a 60 años de prisión. Fue aprehendido mientras pretendía entregar el dedo de una víctima como prueba de vida.
Zamarripa relató que el 13 de Marzo de 2017, una ciudadana franco-americana fue secuestrada cuando caminaba por la calle Mario Talavera en la colonia la Aurora. Su último secuestro.
El operativo consistió en mantener una vigilancia por los sitios y lugares que ya en ocasiones anteriores, se sabía, habían recorrido para dejar mensajes así también en contar con apoyos de diversos sectores de la población y gremios, entre ellos el de taxistas. El éxito se alcanzó cuando al entregar una persona desconocida un paquete que contenía mensajes y el dedo mutilado a un taxista, el Comandante Emilio, Raúl Julio o Ramón Alberto siguió al taxista para verificar la entrega; el taxista dio aviso de que era vigilado y ante la sospecha de que se trataba de algo extraño, en las inmediaciones de una gasolinera se detuvo al cabecilla del grupo, Comandante Emilio, Raúl Julio o Ramón Alberto; detención que se logró en plena flagrancia al encontrarse privada de su libertad la víctima.
Así, se ubicó el lugar en donde se tenía a la víctima, el cual fue desmantelado por sus cómplices una vez que supieron de la detención del Comandante Emilio, Raúl Julio o Ramón Alberto, pues tuvo oportunidad de llamarlos e hicieron caso de su indicación, desmantelándolo en forma rápida y alrededor de las 15 horas fue puesta en libertad la secuestrada (30 de mayo de 2017), pese a ello se pudo establecer que el cajón se componía con bases de cama, se recubrían con material aislante de ruido, esponja y tela, logrando ubicar a base de luminiscencia el lugar en donde fue mutilada de uno de sus dedos.
Se llevó al comandante Emilio, Raúl Julio o Ramón Alberto ante el Juez de Control, quien le dictó auto de vinculación a proceso y luego de un largo procedimiento, se llegó a la sentencia, en donde un Tribunal conformado por tres jueces, dictó sentencia condenatoria por 60 años de pena privativa de libertad.
El día de hoy damos a conocer detalles de este caso, porque tenemos plena certeza de que, el ahora sentenciado, Comandante Emilio, Raúl, Julio o Ramón Alberto, junto con otros cómplices llevaron a cabo en la última década varios secuestros, como el que el día de hoy anunciamos esclarecido y al líder de esta banda sentenciado, y lo hacemos público, esperando que las víctimas de otros casos, si en su momento no denunciaron, ahora lo haga.