CDMX.- Ante la historia Fátima, la menor de 7 años que fue plagiada de su escuela y posteriormente asesinada, la diputada federal del PAN Melanie Murillo Chávez llevó a la Tribuna del Congreso Federal la propuesta de reformar el artículo 73 Constitucional para legislar en materia de feminicidios.
“Hoy los llamo a la congruencia, hoy estamos todos preocupados por las niñas y los niños de México, estamos preocupados por los feminicidios. Este es el momento, legislemos para reformar el artículo 73 constitucional y podamos legislar en materia de feminicidios. También ya está puesta la ley en la mesa, como ya lo comenté con anterioridad ya existe una iniciativa que además ya se han sumado más compañeras y compañeros de otros grupos parlamentarios”.
La legisladora por Irapuato y Silao, hizo un llamado a los diputados a ya no hacer oídos sordos ante el clamor generalizado para poner un alto al asesinato de mujeres en el país.
“Ya no nos hagamos de oídos sordos por querer seguir la línea del actual Gobierno que es notorio, hoy por hoy no sirve de nada. Señor Presidente, ya basta de su falta de empatía con las víctimas de feminicidio. Ya basta de su falta de empatía con las niñas y niños de México. Basta de culpar al neoliberalismo, porque ha quedado demostrado que los gobiernos de izquierda como sucede aquí en la Ciudad de México y que han gobernado por más de 20 años, los feminicidios van a la alza y que hoy son protagonistas de los feminicidios más sonados”.dijo
Pidió al Presidente Andrés Manuel López Obrador que deje de culpar al neoliberalismo de los hechos que los gobiernos de izquierda no han sabido resolver.
“Basta ya de absurdos y de respuestas sin sentido, los cuales solamente buscan culpar a otros .Hoy es su tiempo señor Presidente, esta es su transformación de cuarta, Llevamos ya 15 meses padeciendo violencia y carencias de salud. Señor Andrés Manuel López Obrador, usted esperó 18 años para llegar a donde está. Cada año le sirvió para planear la estrategia a favor de los mexicanos y resulta que hoy sólo tenemos que escuchar un fuchi guácala, qué despreciable y qué decepción”.