QUITO, ECUADOR.- Fernando Villavicencio, candidato a la presidencia de Ecuador, fue asesinado a balazos luego de un mitin electoral en Quito, confirmó el Ministerio del Interior.
En un video que circula en redes sociales se ve los momentos de pánico que vivieron los asistentes del mitin electoral en el que el candidato presidencial habría recibido tres balazos en la cabeza.
Carlos Figueroa, amigo de Fernando Villavicencio, confirmó que el candidato presidencial murió tras ser alcanzado por los disparos, pese a que había sido trasladado a la Clínica de la Mujer, un centro médico cercano al sitio donde se llevó a cabo el mitin electoral.
Fernando Villavicencio, de 59 años de edad, era uno de los ocho candidatos de la primera vuelta de las presidenciales que se celebran anticipadamente el 20 de agosto en Ecuador, país que sufre un aumento de la violencia vinculada al narcotráfico.
El presidente Guillermo Lasso se dijo indignado y consternado por el asesinato de Fernando Villavicencio.
Lasso dijo que el gabinete de seguridad se reunirá en Carondelet.
“He pedido a la presidenta del CNE, Diana Atamaint; a la Fiscal General del Estado, Diana Salazar; al Presidente de la Corte Nacional de Justicia, Iván Saquicela; y a las demás autoridades, de Estado que asistan de manera urgente a esta reunión para tratar este hecho que ha consternado al país.
El presidente de Ecuador dijo que crimen organizado ha llegado muy lejos, “pero les va a caer todo el peso de la ley”.
De momento, las autoridades no han brindado informaciones oficiales o más detalles del suceso que ocurrió al terminar la tarde en las afueras de un coliseo donde Villavicencio había congregado a simpatizantes en el marco de la campaña electoral de cara a los comicios del próximo 20 de agosto.
Villavicencio, identificado como un acérrimo detractor del expresidente Rafael Correa (2007-2017), se movilizaba con protección policial ante amenazas que había recibido semanas atrás.
Según informaciones de medios locales, agentes especiales investigaban la posibilidad de la colocación un artefacto explosivo en el coliseo de una unidad educativa en la que el candidato cumplía una acción proselitista.