La educación es un acto de amor, dice el Obispo de Irapuato

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IRAPUATO, GTO.- El obispo de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, reflexionó sobre la importancia de la educación y la forma en que se enseña, pues destacó que debe ser un proceso basado en el amor, la esperanza y la coherencia de vida, no en regaños, insultos o agresiones.

“La educación es un acto de amor porque genera vida en sus múltiples dimensiones, saca a la luz a las personas. Es un acto de esperanza porque ayuda a romper el círculo vicioso del escepticismo, de la incredulidad, de la cristalización de concepciones y actitudes contrarias a la dignidad del ser humano”, expresó el prelado.

Díaz Díaz también señaló que la enseñanza debe estar inspirada en el Evangelio y criticó a quienes pretenden educar sin vivir conforme a los valores que predican.

“El Evangelio de Cristo exige educar en el amor y critica la forma de enseñar de algunos maestros que quieren guiar cuando ellos mismos están ciegos y no conocen el camino. Saca primero la viga que llevas en el ojo, recomienda Jesús”, subrayó.

En este sentido, el líder de la Iglesia Católica lamentó que en muchas ocasiones la educación se imparta con regaños, insultos y agresiones, en lugar de con cercanía y amor.

“No es raro encontrar a quien critica todo y no propone nada, a quien se fija en los defectos de los demás y no vive con coherencia. Con frecuencia nos encontramos que quien educa contradice sus enseñanzas con su forma de vivir”, advirtió.

El obispo de Irapuato también se refirió a las recientes controversias sobre los métodos y procesos educativos, y mencionó que más allá de los cambios en los textos o enfoques, lo fundamental es educar en valores, en la verdad y en el amor.