Reconoce Obispo de Irapuato la aspiración del pueblo por una justicia plena

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IRAPUATO, GTO.- Tras la jornada del pasado domingo para la elección de integrantes del nuevo Poder Judicial, el obispo de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, emitió un mensaje en el que reconoció la legítima aspiración del pueblo por una justicia plena, pero también expresó preocupación ante las inconsistencias del proceso y el alto nivel de abstencionismo registrado.

Al citar el Salmo 85, el prelado recordó que “la misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se besaron”, y afirmó que el anhelo de justicia se encuentra en el corazón de todo ser humano, y es el fundamento de toda sociedad que aspira a vivir en orden y en paz.

En ese sentido, Díaz Díaz dijo que toda mejora del sistema judicial es deseable, sobre todo en favor de los más débiles.

“Cualquier esfuerzo por lograr acceso a la plena justicia, para los más débiles, será siempre bienvenido”, expresó.

Sin embargo, criticó el proceso acelerado con el que se aprobó la Reforma Judicial y se aplicó el mecanismo de elección directa de jueces, magistrados y ministros.

“Vivimos con preocupación la aprobación de la Reforma Judicial, puesto que hubo evidentes inconsistencias y confusiones fruto de un proceso acelerado y no consensuado que provocó inquietud y desaliento”, añadió.

El obispo consideró que el abstencionismo, que alcanzó el 87% del padrón electoral, podría interpretarse como una señal de dicho desaliento.

Asimismo, llamó a respetar el voto emitido en cualquier sentido, incluso el de protesta por quienes sí decidieron participar, pues afirmó que será una tarea que las autoridades competentes deberán cumplir con celo y compromiso con México.

Más allá del resultado de la jornada, el obispo Díaz Díaz exhortó a la ciudadanía y a los actores públicos a construir caminos de reconciliación.

“Hoy es tiempo de construir caminos de encuentro, reconciliación y paz que renueven nuestra esperanza, tal como nos exhorta el Papa León”.

Finalmente, el líder religioso pidió a las autoridades de los tres poderes del Estado y de los tres órdenes de gobierno actuar con justicia e integridad, respetando la autonomía de cada poder y fortaleciendo el Estado de derecho para construir un México más justo y pacífico, donde todos encuentren la posibilidad de una vida digna.