Miles de personas han marchado hoy por el centro de Moscú para recordar el asesinato del líder opositor ruso Boris Nemtsov, tiroteado hace dos años a escasos metros del Kremlin. La marcha ha servido también condenar la política del presidente ruso, Vladimir Putin.
Al frente de la protesta había líderes del partido PARNAS al que pertenecía Nemtsov, entre ellos el ex primer ministro, Mijail Kasianov, y otros destacados dirigentes de la oposición extraparlamentaria rusa.
Cerca de 5 mil personas han tomado parte en el acto, según la policía, aunque los manifestantes aseguraban haber contado más de 15.000 en los puntos de acceso.
Se han vuelto a escuchar los tradicionales gritos de “Rusia sin Putin” aunque con menos convicción e intensidad que otras veces. El partido del presidente ruso, Rusia Unida, logró una aplastante victoria en las elecciones parlamentarias del año pasado, aunque en grandes ciudades como Moscú y San Petersburgo manda la apatía y triunfó la abstención.
“He venido a protestar contra esta dictadura en la que vivimos, es una falsificación de la democracia y yo quiero un gobierno bajo unos estándares europeos”, dice Yelena, de unos 50 años, que marcha bajo un paraguas en el que ha escrito “Boris” en recuerdo al líder opositor. A su espalda lleva una inscripción que no era más que una realidad geográfica antes de 2014 pero ahora es toda una provocación al imperante nacionalismo ruso: “Crimea es Ucrania”.
Con información del ElMundo.es