HOUSTON, TEXAS.- De no aceptar la clemencia solicitada por el gobierno mexicano, el irapuatense Rubén Ramírez Cárdenas cuya ejecución está programada para este miércoles 8 de Noviembre a las 6 de la tarde en Texas, no tendrá última cena, ya que en el Pabellón de la Muerte texano suspendieron los últimos alimentos para los internos a ser ejecutados desde el año 2011.
En lo que se considera el último menú previo a la ejecución, no se encuentran las hamburguesas de Whataburguer, las que recuerda haber comido antes de ser detenido en 1997, tampoco las fresas con crema características de su tierra: Irapuato, las que probaba cuando volvía de vacaciones con su familia.
Poco recordaba el sabor de la comida que probaba cuando aún no le acusaban del homicidio violación y secuestro de su prima Mayra Laguna y lo que más lo acercaba a los alimentos de los que podría tener antojo, eran los snaks que su familia compraba al visitarlo y que se comía mientras compartían lo que él vivía dentro y lo que ellos pasaban en el exterior.
Contrario a eso, Rubén Cárdenas recibirá el menú normal que consumía cada tarde noche en dentro de su celda de dos metros de ancho por tres de largo. Así lo confirmó a Guanajuato Informa Jason Clark, Vocero del Departamento de Justicia Criminal de Texas, quien a su vez recordó que en Texas no se brindan los últimos alimentos.
Esta decisión fue tomada en Septiembre de 2011 luego de que Lawrence Russell Brewer, antes de ser ejecutado pidió como últimos alimentos: dos filetes de pollo frito, una hamburguesa triple de carne con tocino y queso, otra frita, barbacoa, tres tacos de fajitas, una pizza y como postre medio litro de helado, alimentos que una vez que los tuvo enfrente, no se comió.
Ante eso el Presidente del Comité de Justicia Criminal del Senado John Whitmire, solicitó a través de una carta al Departamento de Justicia Criminal de Texas, la suspensión de la última comida al considerarla “un privilegio” que provocaba una alta inversión al estado.