(Por: Daniel Gorosito)
El pequeño país africano de Djibouti o Yibuti, en el que Estados Unidos tiene una base militar muy importante, le ha permitido a la República Popular China construir una para sus intereses en su territorio. La razón de entregar una base a los Chinos que albergará un contingente militar de 10 mil efectivos es el “apoyo económico” que recibirá de Beijing en varios proyectos.
Según la publicación estadounidense, Counter Punch: “El anuncio, hecho posterior a que el Secretario de Estado, John Kerry visitara ese país, es muy importante para la Pax Americana, por lo que se refiere en la parte superior de un importante paquete de inversiones por parte de China que tiene el presidente de Djibouti (Ismael Omar Guelleh), hablando abiertamente de la importancia de sus nuevos amigos de Asia”.
Estados Unidos por lo tanto está por perder una de sus bases, el hogar de la instalación permanente más grande que tiene en esa zona del continente africano. Allí hay estacionados 4000 soldados y una flota de aviones no tripulados que ejecutan misiones de bombardeo en los países musulmanes de la región como parte del programa oficial de Washington en el uso de drones.
Esta nación en el Cuerno de África, tiene un valor estratégico muy importante a la entrada del Océano Índico al Mar Rojo, está a las puertas de la concurrida vía fluvial del canal de Suez y da un puerto a la vecina Etiopía que no tiene salida al mar. El Departamento de Defensa de la Unión Americana, le paga a Djibouti, 63 millones de dólares al año para hacer uso del espacio que alberga la base militar de Camp Lemonnier, una de las más grandes de aviones no tripulados en actividad existente en el planeta.
Beijing le ha ofrecido una oferta más generosa al país africano, ha sabido “comprar” muy bien su futura base. El gobierno chino se comprometió a desarrollar un proyecto ferroviario que se extenderá desde Addis Abeba, la capital de Etiopía a Djibouti. Por otra parte, Beijing invertirá unos 400 millones de dólares en la modernización de los puertos de Djibouti.
Se considera que la futura presencia militar de China, introduce la posibilidad de romper con los planes de Estados Unidos para organizar un esfuerzo de “cambio de régimen” en la nación africana buscando la democracia para su pueblo que se encuentra bajo un régimen liderado por el presidente Guelleh desde 1999 y donde la oposición casi no tiene peso.
El periódico británico Daily Telegraph destaca que hay “miedos” de que el presidente Guelleh pueda buscar “imponer restricciones al acceso de los militares estadounidenses a Camp Lemonnier, como establecer límites a la circulación militar y las operaciones militares que se desarrollen desde esta base de operaciones.
El diario citó que “un alto funcionario estadounidense” dijo que el acuerdo entre Djibouti y China ha planteado serias preocupaciones de seguridad con respecto a la base. Existe la probabilidad que el presidente Guelleh se acerque demasiado a Beijing, y pueda ser tentado a imponer restricciones en Camp Lemonnier que afectarían seriamente a los intereses de Occidente de reunir información de inteligencia sobre los terroristas del Estado Islámico (EI) y Al Qaeda.
La influyente revista estadounidense Foreign Affairs, publicó en uno de sus números sobre este tema, que Washington debería unirse con otros aliados como Alemania, Japón y Francia a los efectos de contrarrestar la creciente influencia de China en Djibouti. De no hacerlo puede encontrar que el país anfitrión donde Estados Unidos tiene su mayor base militar en África subsahariana, deberá más favores a China, su creciente rival global, que a los propios Estados Unidos de América.
¡Hasta el próximo análisis…!
Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez