IRAPUATO, GTO.- Tras haber participado en la XV asamblea Diocesana de Pastoral, el Obispo de Irapuato, Enrique Díaz Díaz informó que se abordaron los retos que enfrenta el país como la violencia y las consecuencias de la pandemia del coronavirus, por lo que se acordó consolidar un proceso de evangelización gradual y permanente que abarque todo el arco de la vida.
Díaz Díaz expuso que ante hubo el compromiso de establecer un diálogo y colaboración con otros organismos para poder reconstruir el tejido social, al ser lo más importante.
“Nos cuestionó mucho muy fuerte las familias con nuevas realidades y nuevos problemas, y nos comprometimos a atender sus necesidades materiales y espirituales, para que cumplan su misión de educar en los valores humanos y cristianos”.
“Adolescentes y jóvenes son agentes, son sujetos de historia y tenemos que seguir promoviendo iniciativas pastorales que nos acerquen más a ellos en sus realidades y ambientes”, dijo.
Enrique Díaz, como Obispo de Irapuato, comentó que tras detectar una falta de vocación tanto en sacerdotes y laicos, se impulsará una verdadera identidad fraternal y solidaridad.
Añadió que producto de la pandemia, hay más pobres y más excluidos, con los que habrá acercamientos para apoyarlos.
“Debemos ser una Iglesia Samaritana, acompañando juntos como una verdadera Iglesia, abierta a nuevas formas de evangelizar, retos grandes, pero percibí una asamblea con mucha esperanza para superar las dificultades que nos dejó la pandemia”, finalizó.