WASHINGTON, D.C.- La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este martes una masiva reforma fiscal que ha sido desde hace tiempo anhelada por los republicanos: una considerable reducción de los impuestos que beneficiará principalmente a gente acaudalada y a las grandes corporaciones.
La aprobación en la cámara baja fue el primer paso. Se espera que poco después, entre martes y miércoles, la votación pase al Senado y de allí la medida pasaría al escritorio del presidente Donald Trump para su firma.
El republicano Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes, rechazó las críticas a la impopular propuesta, insistiendo en que “esto será muy popular una vez que se vean los resultados”.
Apoyada con 227 votos a favor, todos republicanos, y 203 en contra, los demócratas y 12 votos conservadores, la ley es polémica porque no es habitual que el Congreso aprueba leyes de tanto peso sin un acuerdo bipartidista, ya que se trataría de la primera reforma fiscal desde 1986.
Trump, que lleva meses presionando a los republicanos del Congreso para anotarse su primera victoria en el Congreso tras varios sonados fracasos, podría aprobar una gran reforma tributaria antes de que concluya el año.
Para ello, no obstante, los republicanos han tenido que echar mano de una técnica legislativa poco ortodoxa para una reforma legal de este calado, impidiendo cualquier tipo de obstrucción de los demócratas en el Senado, donde los conservadores tienen una mayoría muy ajustada.