En la aeronave, perteneciente al Ministerio de Defensa ruso, viajaban militares, nueve periodistas y 64 integrantes del coro y conjunto de danza Alexándrov, del Ejército ruso, que iban animar la celebración de Año Nuevo en la base aérea siria de Jmeimim, donde Rusia tiene desplegada una agrupación de aviones de guerra.
Entre los pasajeros se hallaba también la presidenta de la fundación “Ayuda Justa”, la doctora Elizaveta Glinka, una conocida filántropa rusa que acompañaba una carga humanitaria destinada a un hospital sirio.