WASHINGTON, EUA.- Estados Unidos lanzó este jueves unos 50 misiles de crucero sobre instalaciones militares sirias como represalia por el ataque químico del martes en el que murieron unas ochenta personas y que Washington atribuye al régimen de Damasco.
El bombardeo, sin previo aviso, supone el primer ataque directo de EE UU al régimen de Bachar el Asad en los seis años de guerra civil siria y mete de lleno a la primera potencia mundial en el polvorín sirio.
En una breve declaración a la prensa desde Florida, donde se reúne con su homólogo chino, el presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró que el bombardeo responde al “interés vital de seguridad nacional” de EE UU de impedir la expansión de armas químicas y arremetió contra El Asad.
Los misiles golpearon aviones, instalaciones áreas y de suministro de gasolina, según medios estadounidenses.
EE UU ataca desde 2014 posiciones del Estado Islámico en Siria y tiene 900 soldados desplegados en el país.
Pero no había tomado ninguna acción militar contra el régimen, que también combate a los yihadistas.
Cualquier intervención de Washington contra Asad dispararía la tensión con Moscú, el principal aliado del dictador sirio y al que apoya militarmente, y supondría un punto de inflexión en los seis años de sangrienta guerra civil siria.