Capturan a cuatro violadores en Celaya, Salvatierra y Uriangato

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GUANAJUATO, Gto.-  La PGJE y elementos de la SSPE localizaron y detuvieron a tres sujetos inculpados por corrupción de menores, violación espuria y tentativa de violación, respectivamente, en agravio de menores de edad.

En la ciudad de Salvatierra, bajo amenazas, un hombre obligaba a una víctima a tener relaciones sexuales. El inculpado, identificado como José Luis “N”, esperó a la víctima afuera de su domicilio y en una rápida acción, la jaloneó y se la llevó a su domicilio en donde la sometió a prácticas sexuales bajo amenazas de muerte.

Mediante los estudios médicos y psicológicos, se pudieron obtener las pruebas con los que solicitó la orden de aprehensión en contra del inculpado. Fue detenido y se encuentra en espera de audiencia de control de detención.

En Celaya, la PGJE y SSPE localizaron y aseguraron a un individuo de nombre Manuel “N”, de 35 años, quien abusó en diversas ocasiones de una víctima menor de edad a quien pagaba por tareas domésticas que realizaba en su domicilio, y mantenía bajo amenaza para que no lo delatara.

En otro caso, en la comunidad de Michinelas, en Celaya, un sujeto de 25 años, identificado como Francisco Javier “N”, fue detenido inculpado por el delito de tentativa de violación en agravio de una mujer de 23 años, a quien agredió, cuando se introdujo a la casa de la ofendida y cuando intentaba quitarle la ropa, es sorprendido por los familiares, quienes lo dejaron a disposición de la Policía Preventiva.

El inculpado fue imputado por el delito de tentativa de violación,  vinculado a proceso y puesto en prisión preventiva.

En Uriangato, un sujeto de 30 años, identificado como José de Jesús, fue detenido bajo cargos de corrupción de menores, en orden de aprehensión obsequiada por el Juez de Control con sede en la Ciudad de Salvatierra, bajo la causa penal 1P4116-13, en agravio de tres víctima de menores de edad.

Refieren las víctimas que el hoy inculpado, quien es su padrastro, las maltrataba físicamente y las obligaba a pedir limosna en diferentes lugares públicos de la ciudad de Uriangato, con la finalidad de que juntaran dinero para poder pagar el alquiler del hotel donde se estaban quedando.

Las vitrinas señalan que no ingerían alimentos más que las sobras de la comida que el inculpado les daba, además de que las mandaba a comprar bebidas embriagantes y las dejaba dormir en el suelo de la habitación del hotel.