CORTAZAR, GTO.- El oriundo de San José Iturbide y ex jugador del Atlas, César Andrade Hernández, visitó la Vigésima Feria del Libro en Cortazar donde explicó que pese a las adversidades, siempre existe un futuro.
Es el menor de 11 hermanos, explicó que él desarrolló el sueño de algún día entrar a jugar fútbol en la televisión.
“Quería que me saliera el bigote, por que tener bigote es señal de ser grande, vivía en un matriarcado, mi mamá no fue a la escuela pero tiene un gran liderazgo, mi mamá nunca pierde, ni el empate me da”, dijo.
A los asistentes les compartió pasajes de su infancia en una comunidad de San José Iturbide y las carencias que vivió al pertener a una familia de escasos recursos.
Compartió que un domingo, a la edad de tres años, pidió permiso para prender la primer televisión que tuvo gracias a que sus hermanos la habían traído de Estados Unidos y vio su primer partido de fútbol en una cancha verde que supuso, era pasto.
Jugó tres clásicos chivas-Atlas y varios contra el América pero el mejor partido es el que jugaba en San José Iturbide.
Con vídeos, recordó sus épocas de gloria en el fútbol profesional de México.
Dijo que inició en un equipo de fútbol de tercera jugando en Jurica, estudiaba ingeniería.
“Caminaba a mi casa, mi señora madre me estaba esperando en la puerta dd la casa, me recibe con un regaño, diciendo que un maldito viejo a Guadalajara ya llevaba tres veces que llamaba, era Atlas, le dije que no era un viejo, era un equipo y querían que fuera a una prueba”.
Gracias a sus hermanos, lograron convencer a su mamá y a los 19 años se enfrentó a todo un equipo de asistentes y visores.
Fue contratado luego de una semana de pruebas y pudo conocer lo que era volar en un avión, descubrió el mar, realizó su primer viaje a un partido de primera división siendo LaVolpe su director técnico y también fue su primer victoria.
Recordó que su primer gol fue contra Pumas y la afición festejó aún sin conocerlo.
Jugó un año en primera división en donde recibió el trofeo del novato del año y fue llamado a la selección mexicana sub 23.
Dijo que al momento que jugó contra Morelia, sólo jugó unos minutos y eso le provocó enojo por lo que decidió ir a tomar unas copas.
Andrade Hernández contaba con un futuro prometedor en el fútbol, sin embargo, el accidente cambió su vida.
Fue el miércoles 10 de noviembre de 1999 en Guadalajara, cuando César Andrade salió de una fiesta, decidió tomar el volante y arrancó, de pronto perdió el control del vehículo y se impactó con el muro de contención.
Tras el accidente, a Andrade Hernández le amputaron la pierna derecha para extirparle una parte infectada y salvarle vida.
En algún momento, el ex futbolista pensó en el suicidio, sin embargo, logró levantarse.
“Fue algo muy duro, por qué yo, creí que la vida me estaba castigando por salir a tomar un día, tardé 8 años depresivo”.
Luego “empecé a escribir con dolor, termine mi curso de director técnico”.
Tras su plática invitó a los presentes a soñar y perseguir sus metas hasta cumplirlas.