IRAPUATO, Gto.- Como en los buenos tiempos de su organización, los ucopistas marcharon con su líder al frente. Pero esta vez, Martín Negrete no iba empuñando la mano, iba a paso lento dentro de una carroza de la Agencia Funeraria Gayosso seguido de sus hijos, su esposa y personas más cercanas.
Entre llantos y reclamos de justicia, más de 2 mil ucopistas se dieron cita en el Templo de San Cayetano, en la zona centro de Irapuato, para despedir a su líder Eduardo “Martín” Negrete Rodríguez, asesinado la tarde sábado en la colonia Ucopi.
En el sermón de la ceremonia religiosa, el padre Moisés Cuevas Torres, pidió hacer oraciones por Martín Negrete, y aseguró que recibirá en el cielo un pago por todo el bien que hizo.
“Cuánta gente no lo va a recibir por el bien que les hizo, da de comer al hambriento, da de beber al sediento, visita al enfermo y al encarcelado”, añadió.
La misa de cuerpo presente culminó y una carroza negra ya esperaba el cuerpo afuera para trasladarlo al panteón Recintos de la Oración en la salida a León.
Mientras el cortejo avanzaba por la calle Primo Verdad, las pancartas, los gritos, las peticiones de justicia se unían con el grito de guerra de los ucopistas, en esta ocasión con la consigna un poco cambiada: “Martín Vive, la lucha sigue y sigue, Martín Vive, la lucha sigue y sigue”.
Atrás de la carroza, una manta grande era levantada por dos personas que antecedían a las flores, a los gritos, a los llantos por el dirigente ucopista muerto la tarde del sábado en la colonia que él mismo fundó.
Una corona enviada por Gobierno del Estado, otra más por la Secretaría particular del Gobernador Miguel Márquez, un arreglo floral tras otro, una consigna tras otra se veían pasar junto a los dolientes.
Como en los tiempos donde la organización marchaba por las calles exigiendo justicia a sus causas, en esta ocasión no hubo bloqueos, sólo el que originó el paso del cortejo que partió desde el Barrio de la Salud hasta el Panteón Recinto de la Oración apoyado por la Policía Vial.
Ante la aglomeración de personas, la calle Primo Verdad, donde se ubica el templo, tuvo que ser cerrada a la circulación vehicular.
Torres Landa, Lázaro Cárdenas, Guerrero, avenidas que vieron marchar una y otra vez a Martín Negrete Rodríguez ahora vieron caminar a quienes consignaron que la UCOPI seguirá viva a pesar de la muerte de su dirigente.
La manta con la fotografía de Martín Negrete, de cuando en cuando se arrugaba producto del cansancio de quien la iba cargando. Sin embargo dejaba ver el cabello negro, el bigote, la tez morena de quien había advertido movilizarse a partir de la primera semana de Enero en Palacio de Gobierno para exigirle al Gobernador, el que mandó una de las coronas, cumplimiento a las peticiones de los ucopistas en al menos 28 municipios del estado.
Martín marchó por las calles antes del tiempo pactado junto a su gente, en la última movilización que le tocó encabezar de cuerpo presente.