IRAPUATO, GTO.- Un ambiente de dolor, impunidad y de miedo es lo que se vive en algunas colonias de Guanajuato, ante los hechos de violencia, informó el Obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz, en su rueda de prensa dominical, quien declaró además que estuvo atrapado entre los narcobloqueos que se generaron por el operativo “Golpe de Timón”, quedando indefenso y con impotencia como muchas personas.
El prelado mencionó que, al hacer un recorrido por Pénjamo en parroquias, encontró dolor en familias, provocadas por personas que fueron lesionadas, personas que fueron asesinadas e incluso desaparecidas.
“Un ambiente de dolos en colonias y comunidades, un ambiente de miedo, franco miedo, pero también encontramos catequistas y trabajadores, así cómo ministros de la comunidad, que dicen que hay que trabajar más para cambiar el corazón de nuestro pueblo”, dijo.
El Obispo declaró que durante los días pasados la entidad vivió momentos violentos, aunado que 11 personas más perdieron la vida en un accidente de tránsito en Pénjamo.
Afirmó que el tan publicitado operativo “golpe de timón” dejó varios daños colaterales, pues declaró que quedó atrapado entre los narcobloqueos carreteros.
“Nos tocó estar en el momento, se siente indefenso, impotente,y dicen agarramos a dos o cuatro y vez arder los camiones, dices: ¿Esos no son delitos, esos no se detienen, la seguridad del país no vale? Está afectada mucha gente”, dijo.
El Obispo de Irapuato pidió a las autoridades que hagan su parte, pues consideró que por errores, algunos de los detenidos en este operativo quedaron en libertad.