(Por Daniel Gorosito)
Según la información que diera a conocer Inter Press Service (IPS) en el seno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Emiratos Árabes Unidos enfrenta la problemática de los crímenes de odio con una reforma legislativa que castiga hasta con 10 años de prisión e incluso contempla la pena de muerte a quien reciba condena por “Takfirismo”.
Esta es una corriente del Islam que consiste en negar la condición de musulmanes a todos aquellos cuyos dogmas o ritos no coincidan en su totalidad con los propios. Dicha ideología de corte radical, es profesada en primer término por los denominados “hermanos musulmanes”, extremistas sunitas. La misma se desarrolló en las cárceles egipcias, posterior al encarcelamiento del mártir Saye D- Qotb y de sus hermanos por orden del Presidente de Egipto de esa época, el nacionalista Gamal Abdel Nasser.
La nueva Ley dispone “salvaguardar a las personas sin importar su origen, creencia o raza de actos que promuevan la intolerancia y el odio religioso”.
También “prohíbe discriminar a toda persona o grupo por su religión, casta, doctrina, raza, color u origen étnico”.
Tengamos presente que el Islam es la religión de la mayoría de los habitantes de los Emiratos Árabes Unidos, cuya población se divide en un 85% de sunitas y el 15% de chiitas. La superficie de Emiratos Árabes Unidos es de 86.000 kilómetros cuadrados y alberga una población de 8.300.000 habitantes.
Recordemos que los Emiratos Árabes Unidos son un grupo de estados ubicados en el Medio Oriente, conformados por Abu Dabi, Ajmán, Dubái, Fujaira, Ras El Jaima, Sarja y Um El Kaiwain. Surgió en 1971 cuando seis jeques formaron dicha unión, en 1972 se unió Ras El Jaima.
Es uno de los países más ricos del mundo, su riqueza se basa en la explotación de yacimientos de petróleo y gas natural. A pesar de ello su economía está en un importante proceso de diversificación hacia otras áreas del comercio internacional, logística, turismo y el sector financiero.
Retomando lo legislativo, debemos tener presente que la Constitución de Emiratos Árabes Unidos, contempla la libertad de cultos, según las costumbres establecidas pese a que el Islam es la religión oficial. La nueva Ley ha recibido el apoyo tanto de la Academia como de los especialistas en la materia del Estado.
Mohmmad Salem Al Kaabi, quien funge como presidente de la Junta Directiva de la Asociación de Derechos Humanos de Emiratos Árabes Unidos, enfatizó que la nueva legislación permite a las personas de más de 200 nacionalidades que habitan en el país, a que “vivan en una coexistencia pacífica”.
A su vez el periódico emiratí The National, en su editorial dijo “que urgen este tipo de normas en todos los países, en especial ante tantos mensajes preocupantes que incitan al odio racial en sitios de redes sociales”.
En el Viejo Continente, hubo elogios por parte del Consejo Islámico Europeo, e incitó ante esta muestra a los gobiernos de los países musulmanes, miembros de la Organización para la Cooperación Islámica y a los integrantes de la ONU, a seguir el ejemplo de Emiratos Árabes Unidos para activar la resolución 65/224 sobre la lucha contra la Difamación de las Religiones.
El Secretario General del Consejo, Mohammed Al Bashari, consideró que los cambios regionales e internacionales que amenazan la paz mundial se hizo necesario aprobar una ley que tipifique el delito de difamación de las religiones en todos los países musulmanes. Dicha ley prohíbe todo acto que pueda considerarse un insulto a Dios, su profeta o apóstoles, los libros sagrados, los templos o los lugares de culto y cementerios.
La nueva ley que ha sido promulgada en los Emiratos Árabes Unidos por su Presidente, el Jeque Jalisa bin Zayed Al Nahyn, según analistas del mundo árabe, estableció por escrito lo que el pueblo y las autoridades emiratíes practican desde la creación del país y que de hecho, forma parte de la cultura de Emiratos para también de la religión islámica: la tolerancia. Bienvenida esta Ley y esperemos que sufra una “derrama” hacia otros países árabes ya que la realidad muestra que muchos de los seguidores de la religión Islámica parecen no creer en el valor de la tolerancia.
¡Hasta el próximo análisis…!
Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez