En Medio Oriente la paz no puede esperar

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(Por Daniel Gorosito)

El avance del Estado Islámico (EI) , las guerras civiles y los conflictos transfronterizos se agravan con el paso de los días en el Medio Oriente. Siria, Libia e Iraq por mencionar los de mayor magnitud, corren el riesgo de implotar.

Hace unos días el canciller estadounidense John Kerry sobre este tema declaró: “Puede ser demasiado tarde para mantener a Siria entera si esperamos mucho más”.

La guerra civil que estalló en Siria el 15 de marzo del 2011, está hoy en un “impasse”, un denominado “cese de hostilidades” o “tregua armada”, muy frágil por cierto. El alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Antonio Guterres, considera que si no termina el prolongado conflicto que se desarrolla en territorio sirio: “puede ser el final de Siria como el mundo la conoce”.

La hipótesis de Guterres, que se puede generar una Siria chiíta y otra sunita, no es descabellada, modelo que podría repetirse en Iraq y que se lo hizo saber al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a fines del año pasado. La comunidad internacional no puede permitir que las actuales divisiones sectarias escalen y se conviertan en una guerra de religión, como la que arrasó partes de Europa en los siglos XVI y XVII. Las señales de la historia nos marcan que la paz no puede esperar.

En Iraq los pronósticos consideran que se podría dividir en un estado sunita, otro chiíta, además del Kurdistán, un territorio para los millones de kurdos que habitan hoy en ese país más los de Turquía que tienen tiempo reclamando la formación de su propio Estado. Si nos trasladamos a Libia nos encontramos con dos centros de poder rivales, Trípoli y Tobruk. El gobernante del vecino Túnez, Beji Caid Essebi, dio la alerta mundial que el Estado Islámico controlaba partes del territorio libio y amenazaba con crear un nuevo estado islámico en ese país.

Los conflictos de multiplican. Recordemos que el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki- moon, dijo ante el Consejo de Seguridad: “Debemos recordar que el 2015 fue uno de los años más problemáticos y turbulentos de la historia reciente, con las guerras civiles que destrozaron Siria y Yemen, sumado a la propagación del extremismo violento”.

Entre 2007 y 2014 las guerras civiles se triplicaron en el planeta comunicó Jan Eliasson Vice Secretario General de las Naciones Unidas. Las guerras aumentaron su intensidad y escala, se volvieron más letales, más prolongadas, más complejas, menos susceptibles a su resolución afirmó el diplomático sueco: “Hay una flagrante falta de respeto y de desprecio por el derecho humanitario internacional”.

Varios son los factores que alimentan el conflicto: las rivalidades políticas, la interferencia internacional, la volatilidad económica y las desigualdades, la frágil gobernanza, las violaciones de los derechos humanos y el aumento del extremismo religioso entre otros.

De ahí que para esa zona de la tierra denominada Medio Oriente, en la que vemos que cada día que pasa se agravan los conflictos y parecen querer multiplicarse, veamos el pasado y allí las señales de la historia nos marcan que la paz no puede esperar.

¡Hasta el próximo análisis…!

Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez