Familia se despide de Rubén Cárdenas

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IRAPUATO, GTO.- En Livingston, Texas, se realizó el protocolo de despedida para la familia de Rubén Cárdenas, el irapuatense que este miércoles 08 de Noviembre fue ejecutado acusado del homicidio, violación y secuestro de su prima hermana Mayra Azucena Laguna de 16 años en 1997.

Por 15 minutos y poco después de las 22:26, hora en que fue declarado formalmente muerto, su madre, sus hermanos y sus hijos, pudieron abrazarlo de nuevo en una capilla cercana a la Unidad Walls. Ahí, volvieron a tocar su mano aún con un poco de temperatura.

Durante las 4 horas de angustia mientras la Corte Suprema de Estados Unidos resolvía las dos últimas apelaciones, la familia de Rubén Cárdenas se mantuvo resguardada y en compañía de personal del Consulado Mexicano y de los abogados en una casa contigua a la prisión, una casa de activismo contra la pena de muerte donde permanecieron todo el día.

Ni el llamado de México, ni el de 23 países, ni el de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos así como el de otros organismos internacionales, fue suficiente para suspender el protocolo del último día mientras sus abogados agotaron todos los recursos para apelar ante la Corte Suprema de Estados Unidos buscando clemencia para el mexicano.

Previo a la ejecución, la familia de Rubén Cárdenas, su madre y hermanos, llegaron desde muy temprano a la Unidad Allan B. Pollunsky ubicada en Livingston Texas, localizada a unos 50 minutos de Houston donde permanecieron desde hace días en espera de una mejor suerte para su familiar.

Fueron 4 horas las que estuvieron  con el interno 999275 del Pabellón de la Muerte Texano para posteriormente ser resguardados por el Gobierno Mexicano a través del Consulado de México en Houston hasta que llegó el desenlace de la vida de Rubén.

Luego de su último encuentro y a eso del mediodía fue el traslado del irapuatense Rubén Cárdenas de Livingston Texas a Huntsville, a la Unidad Carcelaria de Walls donde se encuentra la cámara de la muerte y a donde, se le ingresó para la aplicación de la pena capital que había esperado por 20 años.

Ya en Huntsville después de las 4 horas de visita de su familia, Rubén Cárdenas tuvo derecho a una llamada telefónica. No se precisó a quién.