A Israel García Miranda, lo conocí al entrar a la universidad por allá por 1997 en León. El venía de Valle de Santiago y formábamos parte del grupo de la “provincia guanajuatense” que llegaba a León a estudiar su formación profesional.
Estuvimos juntos en la escuela, fuimos compañeros de banca y en muchas ocasiones hicimos equipo en los trabajos universitarios donde compartimos además de proyectos, nuestras formas de ser. Y en él siempre he reconocido a un amigo, pero también he sabido de su alto compromiso, responsabilidad e inteligencia.
Pues Israel tuvo la mala fortuna de estar en el momento equivocado en el lugar equivocado. No, no se murió. Quizá deba decir que estuvo en el cargo equivocado, en el Gobierno Municipal equivocado.
En la Administración 2006-2009 de Valle de Santiago, ocupó el cargo de Director de Comunicación Social siendo presidente el entonces panista José Luis Nieto Montoya.
Durante ese encargo, Israel fue el responsable de los procesos de comunicación de gobierno y de realizar las gestiones que realiza cualquier oficina de prensa de entidades públicas.
A 10 años de haber iniciado con esa labor, Israel García Miranda ha emprendido una campaña vía redes sociales en donde expone su caso en el que el Órgano de Fiscalización Superior, lo acusa de irregularidades cometidas en el ejercicio administrativo 2006-2009 radicadas en facturas que no fueron comprobadas en su momento y cuyo monto asciende a 2 millones de pesos.
De acuerdo al OFS, fueron detectados algunos pagos aplicados con facturas que no fueron debidamente respaldadas. Es decir, se realizó el pago pero de acuerdo a este órgano fiscalizador no se presentaron los debidos testigos para comprobar el gasto de esos 2 millones.
El profesionista, que además ha desempeñado el mismo cargo en otros municipios donde no se ha observado ninguna irregularidad en su actuar, desesperado por no pagar por una falta que no cometió, le ha escrito a todos los diputados del Congreso del Estado, a Diputados Federales, al titular del Órgano de Fiscalización Superior, al propio Gobernador Miguel Márquez exponiéndole su caso. Y los que le contestan, que dicho sea de paso son pocos, le ofrecen ayuda legal, cuando él lo que busca es justicia.
Los argumentos de Israel y ya presentados ante las instancias legales correspondientes, no son descabellados. Como Director de Comunicación Social, él tenía la responsabilidad de solicitar las cotizaciones de los productos a adquirir y realizar el trámite correspondiente. Pero en las órdenes de compra, también estaban las firmas del Presidente Municipal, el Secretario Particular del Alcalde y del Tesorero Municipal. Si el Presidente y el Secretario no se dieron cuenta de irregularidades, en la Tesorería Municipal estaba la OBLIGACIÓN de no pagar en caso de que no existieran testigos o se detectaran anomalías.
Pongo el ejemplo de Israel porque últimamente he escuchado muchos discursos sobre la justicia y la eficacia de la misma. Ojalá que este no sea el caso y que si es que la justicia existe, pueda aplicarse aquí y en todos aquellas personas que hoy esperan ver una luz al final del camino en medio de procesos desgastantes y dolorosos.
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¡Hasta la próxima!